La primera fase del proyecto Argentina LNG ya es una realidad, y la confirmación de la decisión final de inversión (FID) para la llegada del buque Hilli Episeyo demuestra que la iniciativa no tiene marcha atrás. Ahora, las expectativas están centradas en los próximos pasos para extender las operaciones durante todo el año, evitando que dependan únicamente de la ventana de verano, y en la incorporación de un segundo barco, el MKII.
Estas cuestiones fueron abordadas por Marcos Porteau, gerente de proyectos de Southern Energy —empresa conformada por PAE, Golar, YPF, Pampa y Harbour para la comercialización de este insumo— durante un webinar organizado por MEGSA. En la ocasión, brindó detalles sobre los avances y los pasos futuros del proyecto.
Porteau recordó los orígenes del plan, que surgió cuando pocos estaban al tanto y en un momento en que solo existían seis buques similares en todo el mundo. “En general, estos barcos tienen contratos de largo plazo, pero el Hilli Episeyo tenía un contrato más corto, de ocho años. En 2023, Golar empezó a explorar opciones para reposicionar el barco. En octubre de ese año, firmamos el primer acuerdo para comenzar a colaborar entre PAE y Golar”, explicó.
En cuanto a las características del buque, que es un metanero construido en 1975 y reconvertido en 2017 para licuar gas, detalló que cuenta con cuatro trenes de licuefacción de 0,6 MPTA cada uno y cuatro brazos de carga. Está habilitado para operar con un máximo de 180 personas, pero actualmente funciona con unas 80, en turnos rotativos de una semana. El barco permanecerá en Camerún hasta julio de 2026, para luego iniciar su viaje hacia Argentina, donde se espera que comience a operar a mediados de 2027.
El avance de Argentina LNG representa un paso importante en la diversificación y seguridad energética del país, con planes claros para ampliar su capacidad y garantizar operaciones durante todo el año.
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