La petrolera quiere explorar donde desemboca el Amazonas. Pero aclara que será a 500 km. del lugar. La ministra Marina Silva batalla contra el proyecto.
La intención de la brasileña Petrobras de perforar en la desembocadura del Amazonas para la explotación de crudo está generando una controversia en el Ejecutivo del país, donde el presidente Luiz Inacio Lula da Silva sostiene un discurso de fuerte defensa del medio ambiente pero, al mismo tiempo, acuerda con la propuestas de exploración de esa compañía en la región. El titular de la empresa, Joelson Mendez, dijo recientemente que la iniciativa está vigente pese al firme rechazo del ministerio de Medio Ambiente que conduce la legendaria Marina Silva.
El proyecto de la petrolera semiestatal prevé la apertura de un total de 16 pozos en el curso de cinco años, con una inversión de 3 mil millones de dólares. Pero asegura que no habría daño ambiental porque el pozo más cercano a la boca estaría a 500 kilómetros de esa desembocadura y a 2.880 metros de profundidad. Es el argumento que defiende Lula al avalar la iniciativa.
Este lunes, un día antes del inicio de la cumbre sobre la Amazonia (ver aparte), el presidente dijo que es importante preservar esa enorme región, pero “no como un santuario, sino como una fuente de aprendizaje científico para todo el mundo”. El diario Valor Económico indicó en un reporte este martes que Lula remarcó que “la Amazonía no son solo las copas de los árboles, no son solo los ríos… Ahí viven millones que quieren vivir bien, trabajar, comer, tener lo que producen, además de querer conservar la Amazonía”.
La declaración del presidente se produce cuando las partes del gobierno continúan en desacuerdo sobre la perforación de petróleo en aguas profundas en el margen ecuatorial, recuerda el diario en su portal de internet. Revela que la Fiscalía General de la República está realizando un análisis legal sobre el tema, que podría efectivamente liberar las perforaciones en la región, que es lo que demanda el ministerio de Minas y Energía crítico del punto de vista de su colega de Ambiente.
Fuente: Clarín