En un movimiento estratégico que busca potenciar la integración energética de la región, Paraguay propuso avanzar con un ambicioso gasoducto regional que conectaría la producción de gas natural de Argentina con el mercado brasileño, utilizando su territorio como corredor clave. La iniciativa, aún en etapas preliminares, contempla una conexión directa entre la reversión del Gasoducto Norte argentino y la ciudad brasileña de Campo Grande, atravesando el Chaco paraguayo y buscando canalizar parte del excedente gasífero de Vaca Muerta hacia Brasil en un contexto de declive sostenido en la oferta boliviana.
Un proyecto de 1.050 kilómetros y USD 1.900 millones de inversión
Según información de Bloomberg, el proyecto tiene una extensión estimada de 1.050 kilómetros y requeriría una inversión total de aproximadamente USD 1.900 millones. La capacidad inicial prevista sería de 10 millones de metros cúbicos por día (MMm³/d), con la posibilidad de ampliar a 30 MMm³/d en una segunda fase, configurándose así como una infraestructura clave para aprovechar el potencial de gas de la cuenca neuquina y diversificar la oferta energética en la región.
Traza y etapas del gasoducto
El trazado comenzaría en la traza del Gasoducto Norte argentino, actualmente en proceso de reversión para transportar gas desde Vaca Muerta hacia el norte del país. Desde territorio argentino, el ducto recorrería aproximadamente 110 kilómetros hasta Pozo Hondo, en el departamento de Boquerón, en la frontera con Paraguay. Desde allí, en suelo paraguayo, la infraestructura se extendería unos 530 kilómetros en paralelo a la Ruta Bioceánica, en desarrollo en la región, hasta llegar a Carmelo Peralta, en la frontera con Brasil.
La última etapa del proyecto consistiría en una extensión de unos 410 kilómetros hacia Campo Grande, en Mato Grosso do Sul, bajo concesión brasileña. Esta conexión facilitaría la integración directa de la cuenca neuquina con la región centro-oeste de Brasil, con potencial de acceso futuro al estado de San Pablo, principal polo industrial del país.
Un escenario de oportunidad y urgencia regional
El viceministro de Minas y Energía de Paraguay, Mauricio Bejarano, expresó la importancia de la iniciativa en un escenario marcado por la caída en la producción boliviana, que genera una urgente necesidad de diversificación en el suministro de gas en la región. En declaraciones a Bloomberg, Bejarano afirmó que “creemos que este es un año crucial para avanzar con esta propuesta”, reforzando el compromiso paraguayo con el proyecto.
Aunque Paraguay actualmente no consume gas natural, el país evalúa incorporarlo en su matriz energética para generación eléctrica a partir de 2030, ante la posible reducción de su excedente hidroeléctrico. Además, Paraguay busca posicionarse como un corredor estratégico de integración energética en el Cono Sur, aprovechando el desarrollo vial de la Ruta Bioceánica y su ubicación geográfica intermedia.
Avances técnicos y alianzas estratégicas
Ya se han realizado estudios de prefactibilidad y viabilidad económica, y restan definir aspectos técnicos y institucionales para dar pasos concretos hacia la implementación. El gobierno paraguayo mantiene contactos con empresas como Tecpetrol y Pluspetrol, además de sostener reuniones con fondos de inversión brasileños interesados en financiar el proyecto. La iniciativa representa una oportunidad para fortalecer la cooperación regional y optimizar los recursos energéticos disponibles en la región, en un contexto donde la integración y la diversificación de fuentes son cada vez más prioritarias.
En definitiva, Paraguay busca consolidarse como un nodo estratégico en la red energética del Cono Sur, promoviendo un corredor que no solo optimice el uso de los recursos gasíferos, sino que también impulse el desarrollo económico y la integración regional en una región clave para la economía de Argentina, Brasil y Paraguay.
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