En cifras concretas, las exportaciones de petróleo de Vaca Muerta a Chile alcanzaron los 1.281.000 m³ en los primeros tres meses de 2025, lo que equivale a aproximadamente 89.527 barriles diarios. Esto representa un incremento del 81,3% en comparación con los 704.000 m³ transportados en el mismo período de 2024, que correspondieron a unos 49.201 barriles por día.
Este notable aumento refleja la consolidación de la relación energética entre Argentina y Chile y pone en evidencia el potencial exportador de Vaca Muerta, uno de los yacimientos de shale más importantes del mundo. En particular, el crecimiento en los envíos responde al creciente interés de las refinerías chilenas en el crudo liviano producido en Neuquén.
La producción en áreas clave como Loma Campana, La Amarga Chica y Bajada del Palo Oeste ha sido fundamental para impulsar estos números. Estos campos, entre los de mayor producción en la región, han contribuido a un aumento significativo en el bombeo de petróleo, impactando directamente en las exportaciones hacia Chile.
Según datos de la Dirección Nacional de Transporte de Hidrocarburos, analizados por Mejor Energía, en marzo de 2025 se transportaron 409.000 m³, equivalente a unos 82.987 barriles diarios. En marzo de 2024, el volumen exportado era de solo 255.000 m³, o aproximadamente 51.740 barriles/día, evidenciando un ritmo acelerado de crecimiento en las exportaciones.
Este incremento en las exportaciones también ha sido destacado por la estatal chilena ENAP, que resaltó las compras de petróleo no convencional como uno de los logros más relevantes en su reciente balance financiero. La mayor oferta de crudo argentino ha puesto a este suministro en igualdad de nivel con los grandes proyectos de hidrógeno verde que ENAP desarrolla en el sur de Chile, demostrando la creciente importancia de los hidrocarburos argentinos para el mercado chileno.
La reapertura del oleoducto OTASA en 2023 fue un punto de inflexión en el comercio transandino de petróleo. Esta infraestructura permitió reactivar los envíos, facilitando un comercio más fluido y estratégico entre ambos países. El restablecimiento de OTASA ha permitido que el volumen de petróleo bombeado hacia Chile aumente de manera significativa, consolidando a Vaca Muerta como un actor clave en el suministro de crudo para la región.
Un aspecto destacado de este crecimiento es la ampliación de la capacidad de transporte del oleoducto OTASA. Con una capacidad máxima de 110 mil barriles diarios, la infraestructura fue rehabilitada por sus propietarios, YPF, Chevron y ENAP, quienes invitaron a otras compañías a participar en el transporte de su crudo. Entre las nuevas participantes se encuentran Vista, Shell, Equinor y Petronas, diversificando así la base de productores que utilizan esta ruta para exportar su petróleo.