En un paso clave para potenciar la capacidad exportadora de petróleo de Argentina, Oiltanking Ebytem (OTE), la compañía encargada de administrar la terminal de exportación de crudo en Vaca Muerta, anunció la exitosa inauguración de una significativa ampliación de sus instalaciones. La obra, que implicó una inversión cercana a los 600 millones de dólares, se posiciona como un catalizador para el crecimiento de la producción petrolera en la región y para el incremento en las exportaciones argentinas de hidrocarburos.
Durante la ceremonia, Guillermo Blanco, vicepresidente de Otamérica Argentina, destacó la importancia de las infraestructuras energéticas para el desarrollo nacional: “La infraestructura energética es tan estratégica como la producción misma. Solo con esta logística moderna, escalable y eficiente podremos transformar el potencial de nuestros recursos en bienestar para todos”. Sus palabras resonaron en un acto que contó con la presencia de autoridades nacionales, provinciales y representantes del sector marítimo y energético.
La ampliación de Oiltanking, considerada uno de los desarrollos logísticos más relevantes vinculados a Vaca Muerta, permitirá aumentar la exportación de petróleo en 300.000 barriles diarios, abriendo la posibilidad de generar unos U$S 8.000 millones anuales en divisas. Actualmente, la terminal despacha alrededor de 60.000 metros cúbicos de crudo por día, con un 60% destinado a la exportación y el resto para abastecer a refinerías nacionales.
Para acompañar este crecimiento, Otamérica —que opera 13 terminales de exportación en seis países— llevó adelante una significativa expansión en su infraestructura: construyó seis nuevos tanques de almacenamiento de 50.000 m³ cada uno, elevando la capacidad total de la terminal de 480.000 a 780.000 m³. Además, se sumaron una nueva estación de bombeo, una subestación eléctrica y un moderno muelle de 2.000 metros con dos posiciones operativas, diseñado para recibir buques de gran porte como Suesmax, Aframax y Panamax, de hasta 160.000 toneladas. La infraestructura permite también operar en condiciones climáticas adversas, superando las limitaciones de las monoboyas tradicionales.
La ceremonia, que celebró los dos años y medio de trabajo y las cinco millones de horas hombre invertidas en la obra, contó con la participación de autoridades como Federico Veller, subsecretario de Combustibles Líquidos de Nación, y Rodrigo Aristimuño, intendente de Coronel Rosales, además de representantes del Consorcio de Puerto Rosales, la Prefectura Naval y la provincia de Buenos Aires.
“Esto representa una revolución que estamos poniendo en marcha para la Argentina petrolera”, afirmó Guillermo Blanco, resaltando el apoyo de empresas, gobiernos provinciales y nacionales, y la obtención de permisos necesarios. La construcción, que generó alrededor de 1.000 empleos directos, también tuvo un impacto positivo en la economía local, consolidando la apuesta del país por un futuro energético más robusto y competitivo.