La región de Río Negro será clave para la exportación de gas natural licuado desde la terminal flotante de licuefacción en el Golfo San Matías.
Pan American Energy (PAE) ha presentado un proyecto ambicioso para la construcción del gasoducto más grande de Argentina, que conectará la producción no convencional de Vaca Muerta con una futura terminal flotante de licuefacción en el Golfo San Matías. El proyecto se enmarca en el plan Argentina LNG, liderado por el consorcio Southern Energy, que busca transformar el gas de Vaca Muerta en gas natural licuado (GNL) para el mercado internacional.
La primera etapa del proyecto ya está en marcha, con la entrada en operación prevista para 2026 del buque Hilli Episeyo, una unidad flotante de licuefacción que utilizará el actual gasoducto San Martín. Esta fase inicial implica una inversión de 300 millones de dólares y cuenta con el respaldo técnico de la firma noruega Golar LNG. Sin embargo, desde PAE advierten que esta primera etapa no será suficiente para lograr la escala que requiere el negocio del GNL.
Para alcanzar la escala necesaria, se planea una segunda unidad flotante, la MK II, que necesitará un gasoducto exclusivo y de gran capacidad entre Neuquén y la costa rionegrina. El nuevo gasoducto no solo beneficiará a Southern Energy, sino que también mejorará la competitividad del conjunto de empresas que operan en la Cuenca Neuquina y permitirá evacuar mayores volúmenes de gas.
El proyecto tendrá un fuerte impacto regional, impulsando el desarrollo económico de la Patagonia y mejorando la conectividad energética. Además, el presidente Javier Milei cerró un acuerdo en materia energética entre YPF y la multinacional energética italiana ENI, que busca multiplicar la producción gasífera de los yacimientos de Vaca Muerta en la tercera fase del proyecto Argentina LNG [1].
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