La empresa Shell acelerará este año la actividad en las áreas Sierras Blancas, Cruz de Lorena y Coirón Amargo Sur Oeste (CASO), ubicadas en la zona más prolífica de la ventana de petróleo de Vaca Muerta.
La empresa decidió a fines del año pasado adelantar por más de un año el pase a desarrollo de esas áreas con el objetivo de alcanzar una producción de 40.000 barriles equivalentes de petróleo por día hacia 2021, en la primera etapa de desarrollo.
Con ese objetivo, Shell incorporará un nuevo equipo de perforación en el segundo trimestre del año, según indicaron fuentes de la compañía a +e.
Para acompañar el crecimiento de la producción de los nuevos pozos, en el segundo semestre de 2019 comenzará a construir una nueva planta de producción (Early Production Facility-EPF).
A principios de 2017, Shell inauguró una EPF con capacidad de procesar 10 mil barriles por día, que fue construida por la firma neuquina Ingeniería Sima. Por los buenos resultados que arrojaron los pozos perforados en la etapa piloto, la compañía necesita más obras de infraestructura para tratar y evacuar la producción.
Los tres bloques tienen un potencial de producción de 70 mil barriles diarios, horizonte que se podría alcanzar en 2015 (¿) si se concretan los resultados de las operaciones y se dan las condiciones económicas necesarias.
En esos proyectos están asociadas la petrolera provincial Gas y Petróleo del Neuquén (GyP), con una participación del 10% en Sierras Blancas y Cruz de Lorena, y Vista Oil and Gas, la compañía de Miguel Galuccio, con un 10% de participación en Coirón Amargo Sur Oeste (CASO).
Infraestructura
Además de la nueva planta de tratamiento de crudo, el plan de desarrollo contempla la perforación de más de 304 pozos en 38 locaciones, 100 kilómetros de caminos internos con 75 kilómetros de oleoductos y gasoductos, con líneas eléctricas. También se planea colocar tres reservorios de agua y un nuevo acueducto que se conectará con el que ya está construido.
Pese a contar con una capacidad de tratamiento de 12 mil barriles diarios, hoy Shell produce en las tres áreas apenas unos 4500 barriles y tiene pozos terminados sin conectar por su falta de capacidad de transporte. La producción se evacua en camiones que realizan más de treinta viajes diarios.
Para incrementar la producción, Shell deberá conectarse al oleoducto Loma Campana-Lago Pellegrini que se encuentra en etapas finales de prueba y que fue construido por YPF y Tecpetrol. Se trata del ducto de captación más grande de Vaca Muerta, que tiene 88 kilómetros y una capacidad de transporte de 25 mil metros cúbicos diarios, que va desde la planta de tratamiento de crudo de Loma Campana hasta la estación de rebombeo de Medanito-Allen ubicada en el Lago Pellegrini, y cuya operación y mantenimiento quedará a cargo de Oleoductos del Valle Sociedad Anónima (Oldelval).
Si bien Shell tenía interés de participar del proyecto, finalmente la obra fue financiada en un 85% por YPF y un 15% por la petrolera del grupo Techint, empresas que días atrás recibieron la concesión de transporte hasta el año 2052.
La falta de infraestructura en el midstream es un cuello de botella que atraviesa a toda la industria petrolera ante el incremento de la producción de los pozos de Vaca Muerta, que dará saltos sustanciales en los próximos cinco años.
Fuente: La Mañana de Neuquén
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