El equipamiento aprovecha las ondas sísmicas que se transmiten en todo terreno para identificar potenciales depósitos hidrocarburíferos. En plena etapa experimental, la innovación también podría aplicarse para optimizar la exploración minera.
A partir de la consulta de una firma privada, investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) desarrollaron un sistema capaz de analizar ondas sísmicas y detectar recursos hidrocarburíferos.
De acuerdo con Pablo Granell, referente del Centro de Micro y Nanoelectrónica del INTI, el primer paso es inducir vibraciones en el terreno de forma artificial, ya sea mediante un camión vibrador o al detonar material explosivo. “Dichas vibraciones son ondas mecánicas que se transmiten a través del suelo y provocan distintas reflexiones según el material que atraviesen”, explicó el responsable del proyecto.
Esos rebotes, señaló, son captados a partir de sensores más pequeños que una moneda y graficados para permitir la interpretación espacial y temporal de su ubicación. “En el campo, los sensores irían montados sobre estacas clavadas en el piso, cuyo prototipo aún no diseñamos. Asimismo, deberíamos asegurar un buen acople mecánico entre todas las partes para que las vibraciones captadas sean fieles a las originales”, indicó.
Los ensayos de laboratorio arrojaron resultados positivos. Para verificar el desempeño del sistema en las pruebas de campo, el INTI necesitaría contar con la colaboración de alguna empresa.
Los ensayos efectuados hasta ahora en el laboratorio, reveló Granell, arrojaron resultados positivos. “Para pasar a las pruebas de campo necesitaríamos contar con la colaboración de alguna empresa”, reconoció.
Denominados técnicamente ‘acelerómetros’, los mini sensores usados en esta propuesta pertenecen a la familia de Sistemas Micro-Electromecánicos (MEMS, por sus siglas en inglés) basados en silicio. “Estos dispositivos son una alternativa cada vez más empleada a nivel global como alternativa a los tradicionales geófonos. Los MEMS no solo son más pequeños y livianos, sino que además garantizan que la transmisión de datos se haga en forma digital. Adicionalmente, aprovechan la aceleración de la gravedad para ser orientados en la posición deseada, entre otras ventajas”, destacó el especialista. El INTI, resaltó, conoce muy bien esta tecnología. “En lugar de recurrir a sistemas ‘llave en mano’, como se hace habitualmente, con estos sensores podrían resolverse problemas específicos de los diferentes yacimientos locales”, añadió.
Granell // “En lugar de recurrir a sistemas ‘llave en mano’, como se hace habitualmente, con estos sensores podrían resolverse problemas específicos de los diferentes yacimientos locales”
Validación técnica
El dispositivo diseñado por el INTI ya posee unos 15 prototipos. A decir de Granell, su fabricación fue financiada a través de un programa de cooperación internacional entre la Argentina y la Unión Europea (UE). Aparte de mejorar la exploración petrolera, esta tecnología podría tener aplicación en el ámbito minero.
Dotados de un tamaño aproximado de 5,5 por 11 milímetros, los prototipos superaron exitosamente las pruebas de funcionamiento mecánico. “Ahora buscamos avanzar hacia la validación de sus especificaciones técnicas”, anticipó el investigador. Según las pruebas cualitativas realizadas hasta el momento, reveló, los sensores responden bien tanto a la aceleración estática como a la dinámica. “Resta llevar a cabo una caracterización cuantitativa para verificar su respuesta a los parámetros de diseño”, proyectó.
Desarrollo nacional
Creado mediante el Decreto Ley 17.138 del 27 de diciembre de 1957, con el aval de la Unión Industrial Argentina (UIA), el INTI respondió al surgimiento de un conjunto de instituciones nacionales destinadas a activar, de manera planificada, la inversión pública, la ciencia y la tecnología a escala nacional.
Pensado como ente autárquico que funciona bajo la órbita del Ministerio de Producción y Trabajo de la Nación, tiene por misión principal acompañar e impulsar el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas (Pymes) argentinas, aparte de estimular el desarrollo industrial federal mediante la innovación y la transferencia de tecnología.
Con casi 3.000 empleados, el Instituto posee seis áreas temáticas en su sede central en Buenos Aires. Cada una dispone de dos o más Centros INTI, los cuales cuentan con uno o más campos de acción y servicios. En total, alberga a unos 52 centros de investigación y desarrollo distribuidos a lo largo y ancho del país. ©
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