Paraguay está dando pasos decisivos para asegurar su suministro energético futuro mediante la participación en proyectos de infraestructura regional, en un contexto donde la integración con países vecinos se vuelve clave para diversificar y fortalecer su matriz energética. La creciente demanda y la posible escasez de recursos internos han impulsado al país a explorar nuevas vías de abastecimiento, en particular en el marco de las oportunidades que ofrece la abundancia de gas natural en la región.
En este contexto, Paraguay respalda la construcción de un nuevo gasoducto que conectaría su territorio con Argentina y Brasil, mediante una traza que partiría de la reversión del Gasoducto Norte argentino, en Salta. La iniciativa busca garantizar el suministro de gas natural ante la eventual caída de las exportaciones bolivianas, país que, hacia fines de esta década, podría convertirse en importador de gas tras haber sido un importante proveedor en la región. La infraestructura permitiría a Paraguay acceder a recursos energéticos de manera segura y eficiente, fortaleciendo su seguridad energética y facilitando el desarrollo económico.
Por otro lado, Argentina y Brasil continúan estudiando desde octubre las alternativas para exportar gas, con la opción más viable en el corto plazo siendo el tránsito a través del sistema de ductos bolivianos, que permitiría transportar unos 20 millones de metros cúbicos diarios hacia Brasil. Estas iniciativas refuerzan la integración regional y abren nuevas posibilidades para la cooperación energética en la región.
En paralelo, Paraguay ha manifestado públicamente su interés en fortalecer la colaboración con países vecinos mediante la firma de memorandos de entendimiento con Argentina y Brasil. Mauricio Bejarano, viceministro de Minas y Energía de Paraguay, expresó que su gobierno está dispuesto a avanzar en mesas de trabajo para acelerar estos proyectos durante este año, con el objetivo de garantizar un abastecimiento energético confiable para el país.
Uno de los proyectos clave en esta estrategia es la construcción de un gasoducto de aproximadamente 1.050 kilómetros de longitud, con una capacidad inicial de transporte de 10 millones de metros cúbicos diarios, ampliable a 30 millones en etapas posteriores. La inversión estimada ronda los 1.900 millones de dólares y la infraestructura proyectada incluye una conexión en la zona de Pozo Hondo, en el departamento de Boquerón, vinculando Paraguay con la infraestructura existente en Argentina y Brasil.
Este gasoducto aprovechará la infraestructura de la Ruta Bioceánica, actualmente en desarrollo en el Chaco paraguayo, y contribuirá no solo a garantizar el suministro energético del país, sino también a potenciar la integración de la región. La iniciativa facilitará el tránsito de recursos energéticos entre los países vecinos, fortaleciendo la cooperación regional y promoviendo el desarrollo económico y social de Paraguay y sus socios.