Esta semana se celebró la Cumbre Internacional del Petróleo de la Asociación de Negociadores Petroleros Internacionales (AIPN) en Houston. El evento trató cuestiones que ayudarán a las empresas a determinar estrategias para los próximos años, en un contexto de auge del shale gas estadounidense con crecimiento a nivel mundial.
En su discurso de apertura, David Wood, CEO, presidente y director de Gulfport Energy, advirtió el aumento de las exportaciones de GNL de los Estados Unidos, que surgieron debido a la abundancia de shale gas. De hecho, Wood dijo que creía que, mirando hacia el futuro, el petróleo y el gas natural tienen dos caminos diferentes: «El gas es una parte más grande, de un negocio a largo plazo que los Estados Unidos debe seguir».
Por otra parte, América Latina fue el centro de atención, con especial foco en México, Brasil y Venezuela. Durante el panel de discusión sobre México, los disertantes acordaron en que, desde la asunción en 2018 del presidente Lopez Obrador, no han habido grandes cambios para la industria energética. Pese a una evaluación favorable para las oportunidades mexicanas, los panelistas coincidieron en el hecho de que no haya mas rondas de licitación para la superficie representa un gran desafío. Por su parte, la mesa de Venezuela se centró en los obstáculos que enfrenta el país debido a su colapso económico. Francisco Monaldi, miembro del Instituto Baker para Políticas Públicas de la Universidad Rice, sugirió que cualquier dinero proporcionado a Venezuela por agencias multilaterales y otros actores internacionales no se destinaría al petróleo, y como resultado, revivir la industria petrolera del país se apoyaría en otros como las empresas privadas. El potencial de los recursos está ahí pero existen importantes desafíos como el peso del petróleo, lo que dificulta su movimiento por oleoducto. El panel de Brasil fue moderado por Joe Amador, director general de Tudor, Pickering, Holt & Co, quien describió a la nación como «un país con una base de recursos tremenda» y agregó que probablemente lograría 3 millones de barriles por día de producción en los próximos años.
En la Cumbre de AIPN 2019 también se debatió acerca de cómo la industria debe abordar el problema del cambio climático. Nigel Jenve, jefe global de Gestión de Carbono de Gaffney, Cline & Associate, fue el moderador de la sesión y dijo que los movimientos de las compañías para abordar los problemas climáticos eran más que un simple ejercicio de mercadeo. Sin embargo, agregó que los combustibles fósiles seguirían siendo parte de la combinación de energía en el futuro, pero minimizar y gestionar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) sería la clave del éxito. Agregó que aún así, las oportunidades para nuevos desarrollos petroleros, tanto en aguas profundas como en tierra firme, siguen siendo abundantes.
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