Una vez que se reactiven el transporte público, el turismo y la recreación, volverá a crecer la demanda petrolera local, según la visión de Javier Martínez Álvarez, quien confía en el rol de Tenaris para acompañar ese repunte mediante la provisión de tubos a la industria.
La pandemia de coronavirus hizo que firmas de la talla de Tenaris tuvieran que redoblar sus esfuerzos y estimular la creatividad para salir adelante. Así lo manifestó Javier Martínez Álvarez, presidente de la empresa para el Cono Sur, en el marco de la charla virtual #Presentes.
El brote de COVID-19, explicó el directivo, no impactó de manera homogénea en todos los puntos del planeta. En términos de movilidad, precisó, después de China el país más afectado fue inicialmente Italia. “Después de estar en un 80% paralizada, hoy esa nación exhibe niveles de movilidad superiores a los de la etapa pre-pandemia”, indicó.
Esta recuperación, expuso, también se verificó en Estados Unidos. “Distinto es el caso de la Argentina, donde la caída fue incluso mayor que en Italia. “Muchos meses después del inicio del parate, el país presenta un nivel de actividad muy acotado y una movilidad por debajo del 50%”, cuantificó.
Martínez Álvarez // “Hicimos un gran esfuerzo para combinar operación, seguridad y cuidado sanitario. Operar una planta industrial tan grande a un 20% es como manejar un transatlántico en un canal del delta”
Gracias a la rapidez de las medidas tomadas por el Gobierno nacional, opinó, el sistema de salud estuvo bien preparado para afrontar la situación. “Sin embargo, también es cierto que el declive en la actividad económica fue mayor y más duradero aquí que en casi cualquier otra parte del mundo”, añadió.
Según sus palabras, la industria energética sufrió un fuerte impacto. “Los principales mercados para Tenaris son Estados Unidos y la Argentina. En ambos se vio una fenomenal caída en los equipos de perforación que consumen nuestros tubos. La contracción fue de más de un 70% en suelo estadounidense y de un 80% aquí”, detalló.
En lugar de usarse para transportar petróleo, apuntó, la mayoría de los buques tanques que operan a nivel global fueron destinados al almacenamiento. “Los pozos siguieron produciendo, pese a que la demanda se había detenido, a tal punto que el crudo llegó a tener precio negativo en Estados Unidos”, remarcó.
Martínez Álvarez // “La pandemia llevó a la economía argentina a una situación de 50 y 50. Hay un 50% de la actividad económica que está sustancialmente bien, al tiempo que el otro 50% sufrió una afectación enormes anuales”
Cerrar un pozo petrolero, destacó, es una tarea compleja. “A medida que la movilidad crezca y el consumo se reactive, habrá que recuperar esos pozos y comercializar los stocks de reserva”, señaló.
Dinámica negativa
En el plano económico, Martínez Álvarez aseguró que la pandemia llevó a la economía argentina a una “situación de 50 y 50”. “Hay un 50% de la actividad económica que está sustancialmente bien, al tiempo que el otro 50% sufrió una afectación enorme”, distinguió.
Los sectores tecnológicos, los productores de alimentos, los supermercados, el campo y el empleo público, identificó, fueron los “ganadores” de esta crisis. “En el polo opuesto, en cambio, aparecen la industria, la construcción, el turismo, los restaurantes y la recreación”, enumeró el ejecutivo. Este escenario, anticipó, se mantendrá durante un tiempo. “Dentro del ámbito industrial, Tenaris se ubica en uno de los segmentos más afectados. Tuvimos que adaptarnos a una dinámica negativa de niveles inéditos”, se lamentó.
Baja productividad
En un buen mes, la planta de Tenaris Siderca produce entre 60.000 y 70.000 toneladas (Tn) de tubos. “Desde fines de marzo, venimos produciendo por debajo de un 20% de nuestra capacidad; es decir, unas 15.000 Tn mensuales. Nunca en la historia habíamos experimentado una productividad tan baja durante tanto tiempo”, admitió Martínez Álvarez.
Obligada a adaptarse a esta nueva realidad, comentó, la empresa hizo un gran esfuerzo para combinar operación, seguridad y cuidado sanitario. “Operar una planta industrial tan grande a un 20% es como manejar un transatlántico en un canal del delta”, comparó.
De cara al futuro, prosiguió, hay razones para ser moderadamente optimistas. “El consumo local de petróleo está empezando a recuperarse. Todavía estamos 15 puntos por debajo de la era pre-pandemia, pero falta el impulso del transporte público, el turismo y la recreación. Y Vaca Muerta sigue siendo una oportunidad de desarrollo fenomenal”, concluyó. ©
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