La Argentina lideró el desarrollo del gas vehicular a nivel mundial durante mucho tiempo. Según Diego Goldin, director ejecutivo de NGV Global, la principal entidad del sector a nivel mundial, ya es hora de recuperar el liderazgo perdido. “Dentro del país, el uso de gas vehicular se da casi exclusivamente en unidades de pasajeros. Nuestras empresas exportan al mundo sistemas de conversión de vehículos nafteros y equipamiento para estaciones de servicio y sistemas de transporte de gas natural comprimido (GNC) a granel. Sin embargo, sigue pendiente la utilización de GNC en el transporte pesado, y eso –entre otras variables– nos ha hecho perder mercados y exportaciones”, se lamenta el ejecutivo en diálogo con Revista Petroquímica, Petróleo, Gas, Química & Energía.
A su criterio, el reemplazo del gasoil a escala planetaria se ha dado en gran medida por dos factores principales. “En primer término, a raíz de los beneficios ambientales que ofrece el gas natural tanto a nivel global (en función de una reducción de gases de efecto invernadero del orden del 20%) como local (gracias a sus menores emisiones de gases muy dañinos para la salud de la población urbana, como el dióxido de nitrógeno y el particulado tóxico). Y, en segunda instancia, por su menor costo frente al diesel”, puntualiza.
Ambos factores, acota, se encuentran muy presentes en la Argentina. “En esa dirección, la implementación del GNC en el transporte público de pasajeros y en el transporte urbano de mercaderías traería asociados grandes beneficios a la población y al Estado nacional”, asegura.
Actualmente, afirma, el mercado del gas vehicular sigue en crecimiento y el prestigio de la industria local sigue presente. “Hace falta que se decida implementar una segunda fase del programa de GNC que incluya el segmento del transporte pesado para que pueda volverse a los mercados internacionales. Asimismo, sería deseable que el mercado interno permita mejorar el ambiente de nuestras ciudades mientras se reducen los costos de transporte y subsidios”, opina.
Beneficios ambientales
A decir de Goldin, en los últimos tiempos la industria del gas natural en el transporte presenta una actividad nunca antes vista. “Cada vez más países optan por adoptar este combustible, aprovechando sus ventajas comparativas frente a los tradicionales. Por sus condiciones intrínsecas, el gas natural históricamente ha sido mucho más barato que los combustibles líquidos. Tal característica se ha visto ahora potenciada gracias a los desarrollos tecnológicos que permiten aprovechar las vastas reservas de yacimientos no convencionales”, comenta.
Otra particularidad del gas es que las reservas mundiales, además de ser superiores a las de petróleo, están mucho más distribuidas. “Esto permite que gran cantidad de naciones vayan logrando una independencia energética que antes parecía imposible”, remarca.
Los beneficios ambientales del fluido, en tanto, vienen siendo cada vez más reconocidos y apreciados. “Los vehículos a gas producen cerca de un 25% menos de gases de efecto invernadero y reducen casi a cero los contaminantes nocivos, incluyendo las partículas de combustión de los otros carburantes pesados.
Y quiero resaltar que no sólo se usa el gas natural como GNC, ya que también se está produciendo un desarrollo constante en el uso como gas natural licuado (GNL)”, precisa.
Desde su perspectiva, la ampliación de la oferta del gas natural y los avances tecnológicos en la licuación del recurso otorgan la oportunidad de un crecimiento exponencial de la industria mundial, el cual podría traer aparejados amplísimos beneficios sociales y ambientales. “Éstos se potenciarán aún más con el desarrollo en marcha del uso del biometano (la producción de gas natural a partir de desechos urbanos y agrícolas), que transforma verdaderos pasivos ambientales en combustibles que permiten un transporte neutral en carbono”, completa.
Reconocimiento mundial
Elegido en 2013 para dirigir la NGV Global, Goldin no sólo considera dicha designación un gran honor personal, sino también un reconocimiento mundial a tantos años de dedicación y esfuerzo en un proyecto que nació en la Argentina y se ha extendido, literalmente, a todo el planeta. “Mi nombramiento reconoció los logros del programa de GNC argentino, producto de varios factores que interactuaron para producir esta realidad. Nuestro proyecto de GNC tuvo la particularidad de iniciarse con un planeamiento a largo plazo (un horizonte a 10 años) y desde una empresa pública (Gas del Estado), pero en colaboración con el sector privado industrial y consumidor”, asevera.
Además de invertir en investigación y desarrollo, subraya que el sector privado local salió a ganar mercados en el mundo, hasta llegar a ser líder en todos los sectores. “La Argentina demostró que el gas natural podía pasar de ser un combustible alternativo a una alternativa de combustible, con grandes beneficios sociales, económicos y ambientales frente a los líquidos. Justamente son esos tres pilares los que definen la sustentabilidad del proyecto a nivel global”, manifiesta.
Su gestión, señala, tiene como meta seguir contribuyendo al desarrollo del uso de gas en el transporte. “Estamos llevando a cabo un plan estratégico, que incluye colaborar en la redacción de normas y reglamentaciones, cooperar con los gobiernos que deseen implementar el uso de este combustible y fomentar el desarrollo y el intercambio tecnológico, entre otros puntos”, enumera. ℗